¿Te acuerdas Pili de tu redacción?, si, aquella que al final publicaron en el Diario Jaén y que guardas como oro en paño bajo el cristal de tu escritorio, pues bien, aquí te traigo hoy algo parecido.
Se trata ni mas ni menos de otra mas que ha escrito recientemente tu hermana, como podrás comprobar nos os podéis parecer mas, hasta en los gustos coincidís en muchas cosas, sobre todo en todo lo concerniente a la Virgen de la Cabeza.
Disfrútala, no tiene desperdicio.
¡Ah!, y perdona mi tardanza en publicar mas cosas en este blog, estos últimos días estoy muy ocupado, pero prometo que en lo sucesivo lo haré mas asiduamente, ese reclamo tuyo solo me demuestra que esto te gusta, pero . . ., ¿sabes que te digo a ti, y a todos cuantos entran aquí?, esto esta abierto a todos, espero vuestros comentarios y todo cuanto se os ocurra que puede colgarse en esta pagina, solo tenéis que mandarlo por correo electrónico y yo os lo publicare.
Ya va quedando menos, . . .
Cuenta la historia que el pastor de Colomera (Granada), llamado Juan de Rivas estaba en la actual Sierra Morena
Estaba explorando cuando de pronto en una piedra vio la imagen de La Virgen de la Cabeza. El pastor que tenia un brazo malo y no lo podía mover se puso a rezar, la Virgen le dijo que le montara una ermita en esa misma sierra, que fuera y se lo dijese a los demás para que le ayudaran, la Virgen para demostrar que todo era verdad le concedió al pastor volver a mover el brazo malo, y que así todos le creyeran.
En mi familia a todos nos gusta mucho esta romería y para nosotros es la que mas nos gusta, para mi es muy importante porque desde que era chica mis padres me han llevado en carreta junto a mi Peña “Alegría Serrana”, pero sin duda porque yo y mis hermanos nos bautizaron allí, o porque mi hermana Pili y yo hicimos allí la Comunión, aunque no la hice junto a mis amigos me sentí muy orgullosa ya que mientras que la hacia delante mía estaba la Virgen de la Cabeza.
Cuando llega la romería, dos semanas antes se produce un traslado para realizarse una novena en honor a la Virgen, esto quiere decir que ya empieza la cuenta atrás. Toda mi familia, mis padres, hermanos, . . ., nos ponemos muy nerviosos porque queda muy poco para la romería y empezamos a prepararlo todo, la carreta, los trajes, etc. El domingo de antes se le hace un paseíllo y los hermanos mayores convidan a los romeros y romeras, por fin llega el día y todos nos ponemos en pie para ir en busca de nuestra Virgen.
Durante el camino hacemos varias paradas, antes, hasta hace solo dos años parábamos en el río para comer, pero desde hace poco hacemos una parada larga y comemos por el camino, pero no en el río; el camino continua y cuando llegamos al cerro todos nos ponemos a preparar las cosas para la noche e inmediatamente cogemos nuestro Banderín y subimos todos juntos al Santuario para verla a Ella.
Durante la romería me quedaría con muchas imágenes grabadas, pero sin duda la que mas me gusta es cuando llego al camarín con mi Peña, y entre tantas lagrimas se oyen esos “oles” dirigidos a la Virgen, o esos “vivas”; recuerdo que el año pasado al llegar al camarín nos dimos cuenta que la Virgen llevaba las cintas puestas que mi hermana le había regalado para su Comunión, entonces, si que a mi familia se nos saltaron las lagrimas.
Al volver a la carreta todos preparamos la cena y mas tarde poco a poco nos vamos acostando, mientras que unos duermen otros al fuego de la candela le cantan a la Virgen, a la mañana siguiente todos escuchamos la misa y al terminar esperamos ver a la Virgen entre toda la multitud de gente que la llevan a hombros pareciendo que la Virgen anda por un mar de personas.
Cuando se recoge la Virgen empezamos a comer y luego a recogerlo todo para mas tarde volver a Arjonilla, al día siguiente aunque estemos todos cansados vamos a la iglesia y todos juntos acompañamos a la Virgen hasta su ermita, donde se recogerá hasta el año siguiente.
Así es como vivo yo la romería junto a mi familia, y así es como me gustaría que fuera siempre, recuerdo una redacción que escribió mi hermana sobre la Virgen de la Cabeza y me gustaría terminarla igual que ella con la siguiente frase: “Yo soy así, y tienes que comprender, que mis costumbres son estas, y no las quiero perder.”
Alicia Gómez Plaza
2º B
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